Dadle a seguir, no es obligatorio, pero motiva

Si escribo aquí es para desahogarme, no para después que la gente me pregunte y tenga de hablar de ello!

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Nada es nada.

Me acabo de sentir como se sintió la peseta cuando se cambió al euro: remplazada por alguien a quien quiere más gente.
Y he de decir que me lo esperaba, que es normal. Todo el mundo me cambia. TODOS. Se cansan de mí. ¿Por qué? Porque soy pesada, me repito muuuuchas veces, no sé qué decirle a alguien que está mal, no sé cómo actuar cuando alguien está mal pero yo reboso alegría, no sé aceptar un no por respuesta, critico a la gente, me cabreo casi tanto como hablo... Podría dar mil razones. MIL. Y sí, esperaba que algunas personas me cambiasen, ¿pero tú? Desde hace tiempo ya casi no somos las de antes, pero es que ya lo único que puedo decir es que ese casi no existe, que no volveremos a serlo. ¿Nuestro destino? Quizá. ¿Echarle la culpa a alguien? A mí, es lo más fácil. Aunque no creo que sea yo (precisamente) a quién haya que echársela. Pero en fin, la vida cambia, los años pasan, y las personas maduran. Pero, si esta es tu forma de madurar solo quiero decirte una cosa: No me gusta.
[Y no! NO ME PREGUNTÉIS A QUÉ ME REFIERO! Joder, si lo pongo aquí es porque no quiero dar explicaciones! Porque solo quiero desahogarme!]

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