Me duele el alma.
Y temo el día de mañana con todo mi corazón. Aunque la cabeza diga que tengo por qué temerlo, diga que será genial y que si es que no es cuando debería estar triste. Pero no puedo, mi corazón no es así, no quiere que pase, nunca quiso que pasara. Y fue aquella noche, aquella pregunta que respondí con un breve sí la que llevo a lo que ahora pasa. Y mi corazón se arrepiente de aquel ácido sí, mientras que mi cabeza se siente orgullosa, orgullosa de que no fuese egoísta, pero yo sé que lo hice por cumplir, por quedar bien, por no parecer desagradecida, pero ahora, por mi culpa...Mi pequeño universo se derrumba y no puedo hacer nada por evitarlo.
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