Yo no sé como vivir la vida, solo la vivo.

Porque no sé, solo improviso, no me dieron un texto que aprenderme, no me dijeron que intención debía poner en cada frase. Es peligroso improvisar, pero a la vez es divertido. A veces, no me gustaría tener que hacerlo, tan solo quiero que me dijesen lo que tengo que hacer, porque soy tan estúpida que lo estropeo todo. Y ahora, me aferro a la valentía que puedo tener, porque no sé como usarla, ni siquiera sé si debo usarla, tampoco sé si usar la pena, la rabia, como ya he dicho nadie me ha dado un guion, yo no tengo un manual de la vida, soy así, me lo voy inventado y si me equivoco y me caigo, me levanto, porque no pienso quedarme en el suelo viendo como me aplastan, me levanto y reivindico lo mío, porque no es fácil saber que fuiste algo no deseado al principio, que fuiste un error, pero lo mejor no es negarlo, lo mejor es afrontarlo y vivir con ello y gritarle al mundo que eres genial, es mejor que ser algo esperado y que luego decepciones, porque soy feliz así, y porque lo mejor que te puede pasar es que hayas podido pasar de no deseada a imprescindible.