Dadle a seguir, no es obligatorio, pero motiva

Si escribo aquí es para desahogarme, no para después que la gente me pregunte y tenga de hablar de ello!

lunes, 6 de junio de 2011

La cruda realidad entró, sin ni siquiera llamar

Porque lo sabía, tenía razón. Y todo vino de golpe, como un terremoto. Mi mundo se ha roto y ahora recojo los pedazos que quedan e intento unirlos sin apenas éxito. Diez minutos han bastado para estropearlo todo. Mi boca dibujaba una gran sonrisa que en apenas nada se transformó en un llanto interior. Un llanto escondido, con miedo, que no se atreve a salir porque soy demasiado dura como para permitir que me vean llorar. Sé que eso no es de gente valiente, pero si quiero mantenerme dura y fuerte seguiré haciéndolo así aunque me duela y me pese. Porque nadie va a verme en el suelo. Yo sé levantarme tan rápidamente como toco el suelo. Una caída me deja una herida que me duele, pero que se cerrará en breve. Y será la cicatriz de esa herida la que me ayudará a seguir adelante y me recordará por lo que lucho cada segundo de mi vida.

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