Lo que pasa es que yo no intento tirar las piedras de las manos de las demás, no las toco. Lástima que mis manos sean precavidas y ya las tengo muy bien sujetas y lejos de las manos que las intentan coger. Y tampoco me he equivocado. Es más, pocas veces me equivoco con la gente, lo que pasa es que es difícil acertar sobre una persona cuando apenas tienes tres años, afortunadamente, a los quince te das cuenta. Muy poca gente, por no decir dos personas, saben realmente lo que pienso sobre todo el mundo. Es lástima que sepa que no abrirán la boca por mucho que las presionen. Pero, ¿para qué callarme? La gente con la que salgo me cae bien, todos, a veces me pueden poner de los nervios, o incluso me enfado, mas rara vez cambio de opinión sobre alguien. ¿Cosas que hacen daño? ¿Cómo qué? La gente me critica, me insultan, me han dicho tantas cosas que, sinceramente, me todo igual. ¡Mira mi mundo! Mi vida no fue fácil desde el momento que se supo de mí, pero con una fuerza, que he sacado de no sé dónde, he conseguido ser feliz, rodeado de personas maravillosas de las que acaban de dejar de formar parte tres o cuatro personas.
Y vuelvo a repetir:
Hit me with the words you got and knock me down
Baby, I don't care
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