Dadle a seguir, no es obligatorio, pero motiva

Si escribo aquí es para desahogarme, no para después que la gente me pregunte y tenga de hablar de ello!

lunes, 31 de octubre de 2011

He cerrado los ojos y he inspirado fuerte. Cuando los he abierto Catherine estaba allí. Quieta y mirándome fijamente.
-Siempre supe que eras una mala mujer. Desde aquel día en la joyería.-me ha dicho con tono desafiante.
-Desahógate. No me importa. Después de todo no vas a arrebatarme nada de lo que ha pasado.
-¿No te importa? ¿Eres capaz de hacer como si no pasara nada después de haber roto un matrimonio?
-¿Roto? ¿Yo? Si yo lo hubiese roto, como tú dices, no habría esperado tanto. Si yo hubiese querido deshacerme de ti lo hubiese hecho en el barco. O antes.
-¿Insinúas que él te buscó?-me ha dicho al borde de un ataque de nervios.- Vamos, Margaret, eres cruel, rastrera, fría, mala, ambiciosa, mentirosa y no tienes escrúpulos, pero tú y yo sabemos que ayer la culpable fuiste tú.
-Es una auténtica lástima que tenga que contarte esto, pero ayer, al anochecer, estaba yo aquí, sola, cuando vino tu marido.
-Por casualidad, seguro que me estaba buscando.
-Llámalo casualidad, destino, coincidencia… o como quieras llamarlo, pero ayer cuando estaba yo aquí sola y tranquila cuando vino tu marido y me besó.
-¡Mientes!
-No, querida, no miento. Y después de besarme me llevó de la mano hasta la casita. Y me empujó contra la pared. Y me volvió a besar muchas veces. Y me desabrochó el vestido. Y comenzó a besarme el cuello. Y deshizo mi peinado con sus manos. Y me confesó que jamás había sentido tanto fuego dentro de él y que nunca…
-¡Basta! ¡Basta! ¡Basta!-gritó- No quiero seguir escuchando lo bien que te lo pasaste ayer con él. ¡Porque sé que él no tiene la culpa! ¡Que la tienes tú!
Y se ha marchado llorando. Tenía demasiadas ganas de decirle todo eso. Porque quería que sintiese que Ben es más feliz cuando está conmigo. Y que ahora pudiese ver en su mente a su querido e idolatrado marido con otra mujer.
Es muy frustrante pensar que no voy a poder tenerle más a mi lado. Me duele demasiado. Quiero llorar. Pero no me sale. Y siento que quiero llorar de rabia porque no voy a poder perderme nunca más en sus ojos chocolate.

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